Nuestros alumnos practican los caracteres chinos a través de la poesía clásica

Como parte del mes de la lengua china, las profesoras del Instituto Confucio de Madrid realizaron con sus alumnos la actividad “Recita poemas antiguos, escribe caracteres chinos” para practicar la escritura y, también, aprender y apreciar la poesía china clásica.

Las profesoras eligieron poemas clásicos como El viaje a la montaña (山行) de Du Mu, El amanecer de primavera (春晓) de Meng Haoran, La nieve del río (江雪) de Liu Zongyuan, Recordando el sur del río (忆江南) de Bai Juyi o Los pájaros cantando en el arroyo (鸟鸣涧) de Wang Wei. Primero pidieron a los alumnos que identificaran los caracteres chinos que ya conocían y que sintieran la “belleza de la forma” (形美) de la escritura con caracteres. Después, a través de la explicación del poema en español, pudieron apreciar la “belleza del significado” (意美). A continuación, los alumnos recitaron los poemas bajo la dirección de las profesoras para apreciar, finalmente, la “belleza del sonido” (音美) de los poemas.

Ya los caracteres, por su forma, proporcionan un tipo de belleza sinestésica, como si fuese poesía que se ve y escritura que se pinta… Por eso hablamos de tres tipos de belleza: la de la forma, la del significado y la del sonido. Después de esta explicación, no os debe extrañar la frase que repiten muchos chinos: pintar un poema y escribir una pintura.

Al son de la música folclórica china, los alumnos copiaron cuidadosamente los poemas sobre el papel. Durante el proceso de copia, los profesores recordaron a los alumnos las reglas básicas de la escritura “horizontal después vertical, inclinada después presionada” y les animaron a analizar la estructura de los caracteres chinos.

En la clase de los niños, la profesora eligió “Pintura” de Wang Wei y les hizo comprender el poema de forma visual y vívida a través de un formato de juego. La profesora pidió a los niños que empezaran con una adivinanza sobre por qué las montañas tienen colores, el agua no tiene sonido, las flores no caen cuando se va la primavera y los pájaros no tienen miedo.

Gracias a estas actividades culturales, la enseñanza de caracteres chinos se hizo más animada e interesante, y los alumnos experimentaron una sensación de logro al aprender chino a partir de su propio trabajo.