«El género policial facilita la comprensión de obras alejadas de nuestra experiencia cotidiana».
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En el Instituto Confucio de Madrid nos apasiona descubrir la historia que hay detrás de cada libro. Afortunadamente, tenemos la oportunidad de entrevistar a Mariano García, editor de Adriana Hidalgo, que ha hecho posible que disfrutemos de Una pizca de maldad, una novela de género negro del escritor chino Ah Yi.
Ah Yi participará en dos sesiones especiales con motivo de la Feria del Libro de Madrid. La primera de ellas es la próxima sesión de nuestro club de lectura Léete China, en la que analizaremos Una pizca de maldad. Eso será el 10 de junio, lunes a las 19:00 en la biblioteca Eugenio Trías.
La segunda sesión será el miércoles 12 de junio, cuando Ah Yi conversará con el experto en novela negra Antonio Lozano en el Círculo de Bellas Artes.
¿Cómo encontraste Una pizca de maldad de Ah Yi? ¿Qué fue lo que te atrajo inicialmente del manuscrito y te convenció de que debía ser publicado?
Normalmente, con la literatura china, al menos en nuestra editorial recibimos las propuestas directamente de los traductores, en este caso de Miguel Ángel Petrecca, que ya había hecho para nosotros la antología de relatos chinos Después de Mao y la novela El invisible de Ge Fei. Cuando no hay mucha información sobre el título en cuestión, como suele ser el caso para nosotros los occidentales con la literatura asiática, lo habitual es que el traductor, que propone el texto, prepare previamente un informe donde detalle los méritos del texto, contextualice un poco al autor, resuma la trama y describa qué aspectos pueden interesar a un lectorado occidental, concretamente en lengua castellana.
¿Cómo seleccionaste al traductor para esta obra? ¿Qué cualidades o experiencias buscabas en un traductor para asegurarte de que la esencia de la obra de Ah Yi se mantuviera en la versión en español?
Miguel Ángel ya había hecho dos títulos previos, como dije arriba. Se trata de un traductor muy especial ya que él también es escritor y tiene una gran sensibilidad para los sonidos, la cadencia de una frase, su respiración, sin que ello esté reñido con ofrecer el sentido más exacto posible. No hace falta aclarar lo difícil que es traducir del chino, el japonés o el coreano y en qué gran medida el éxito de la traducción depende de la adaptación de giros, frases, o incluso conceptos que resultan ajenos o confusos a un lector occidental. La traducción tiene que conservar la ambigüedad esencial a la buena literatura sin permitir que queden pasajes poco claros, «opacos» o que no tengan sentido, y eso es todo un desafío.
«Miguel Ángel Petrecca es un traductor muy especial ya que él también es escritor y tiene una gran sensibilidad para los sonidos, la cadencia de una frase, su respiración, sin que ello esté reñido con ofrecer el sentido más exacto posible.»
¿Podrías describir el proceso de publicación de Una pizca de maldad? ¿Hubo algún desafío en particular durante este proceso y cómo los superaste?
Los tiempos de una traducción del chino pueden ser bastante más dilatados que los de una traducción convencional, que oscila entre los dos y tres meses. El proceso de producción conlleva revisiones atentas de parte del traductor y el editor, conversaciones entre ellos, casi sin excepción también consultas del traductor al autor, de modo que hay que tener eso en cuenta, sumado a la posibilidad de aclarar algunos aspectos en notas al pie, si bien esto último es algo que hay que tender a evitar sobre todo en libros de ficción. En general cualquier libro nuestro recibe todos los cuidados necesarios, que son muchos antes de llegar a imprenta y luego a las librerías, pero en el caso de la literatura china hay que ser especialmente vigilante.
¿Cómo fue la colaboración con Ah Yi durante la edición y traducción del libro? ¿Hubo algún aspecto específico que Ah Yi enfatizó o que fue especialmente importante para él en la versión traducida?
El diálogo entre autor y editor en el caso de la literatura china está necesariamente mediado. Supongo (y envidio sin conocerlos) que habrá editores españoles o argentinos que hablan y leen en chino pero no es mi caso, por lo cual el diálogo principal lo tuve con el traductor, y él lo tuvo con el autor.
Desde la perspectiva editorial, ¿cómo ha sido la recepción de Una pizca de maldad en el mercado hispanohablante? ¿Ha habido alguna reacción o comentario del público que te haya sorprendido o que consideres significativo?
Una pizca de maldad ofrece la ventaja de plantearse dentro del esquema genérico del policial y el thriller; los géneros en ese sentido son vehículos que facilitan mucho la comprensión de obras culturalmente más alejadas de nuestra experiencia cotidiana. Por eso se trata de un título al que le podemos encontrar conexiones con algunas obras muy significativas de nuestra literatura, como Crimen y castigo de Dostoievski, El extranjero de Camus o Los sótanos del Vaticano de André Gide. La recepción de la novela fue muy alentadora y entusiasta, si bien resulta siempre difícil que los lectores occidentales incorporen a la literatura china como una opción habitual de ficción traducida.
«Una pizca de maldad ofrece la ventaja de plantearse dentro del esquema genérico del policial y el thriller; los géneros en ese sentido son vehículos que facilitan mucho la comprensión de obras culturalmente más alejadas de nuestra experiencia cotidiana.»
Teniendo en cuenta que también habéis trabajado con la obras de Ge Fei, El invisible y Memoria del paraíso, de Lu Min Cena para seis, ¿cómo compararías el proceso editorial y la recepción de estas diferentes obras? ¿Qué diferencias o similitudes has notado en la manera en que los lectores han respondido a estos autores?
Ge Fei ha tenido muy buena recepción, si bien El invisible llamó pronto la atención, mientras que Memoria del paraíso, una novela excelente sobre el significado de la utopía en nuestras vidas, tuvo un reconocimiento más demorado. En el caso de Lu Min contamos con la traducción de Ema Velázquez, que a su vez trabajó estrechamente con Lu Min por un lado y conmigo por otro para crear su empática versión. Al igual que Memoria del paraíso, Cena para seis es una novela extensa y además es bastante experimental. Para resumir, al menos en nuestra experiencia editorial, parecería que funcionan mejor las novelas breves, que se enfocan en un momento específico y concentrado, antes que las novelas más ambiciosas que cubren un determinado periodo o época o que presentan una saga familiar.
¿Qué impacto crees que tiene la publicación de obras como las de Ah Yi en el entendimiento de la literatura y cultura china contemporánea entre los lectores hispanohablantes?
Un impacto decisivo ya que establece un puente entre dos culturas, dos maneras de pensar y concebir la realidad, dos maneras de vivir también. Pero esa cosa binaria se transforma en un diálogo, y el lector español puede identificarse con diversos aspectos de lo que lee y así sentirse más cerca. En ese sentido creo que no hay mejor herramienta que la literatura para acercar dos culturas, porque nos pone en contacto con formas de pensar y de sentir que no son las que conocemos y a las que estamos acostumbrados.
¿Tienes planes de publicar más obras de Ah Yi o de otros autores contemporáneos chinos? ¿Qué tipo de literatura china buscas promover en el mercado hispanohablante?
Sí, la idea es seguir publicando literatura china contemporánea. Estamos analizando algunos títulos y a la espera de determinadas propuestas, en principio de parte de nuestros dos traductores, Miguel Ángel y Ema. Queremos ofrecer buena literatura china dentro de esquemas genéricos que, como ya aclaré, faciliten un poco el acercamiento del lector. La literatura china tiene la posibilidad de postularse como alternativa para el lector que ya ha leído todos los policiales anglosajones, todos los policiales nórdicos y así sucesivamente. Y lo que se aplica para el policial vale para cualquier otro género.
«La literatura china tiene la posibilidad de postularse como alternativa para el lector que ya ha leído todos los policiales anglosajones, todos los policiales nórdicos y así sucesivamente. Y lo que se aplica para el policial vale para cualquier otro género.»
Os esperamos en las actividades literarias de la Feria del libro de Madrid:
Club de Lectura Léete China con la novela Una pizca de maldad
- Autor: Ah Yi
- Presentador: Miguel Ángel Petrecca
- Moderador: Andreas Janousch, director del Instituto Confucio de Madrid
- Hora: 19:00 – 20:30
- Fecha: lunes, 10 de junio
- Lugar: Biblioteca Eugenio Trías (en El Retiro de Madrid), Taller de las ideas
- Aforo: 50 personas (se ofrece traducción simultánea).Y en el Círculo de Bellas Artes
Un recorrido por la novela negra china a través de la obra de Ah Yi
- Autor: Ah Yi
- Presentador: Antonio Lozano
- Hora: 19:00h
- Fecha: miércoles,12 de junio
- Lugar: Círculo de Bellas Artes
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