Miguel Ángel Petrecca: «Las descripciones de Ah Yi son difíciles y muy vívidas»
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Miguel Ángel Petrecca es el traductor del chino al español de Una pizca de maldad, la novela de género negro que protagoniza la próxima sesión de Léete China.
Esta sesión es muy especial porque la celebramos bajo el paraguas de la Feria del Libro de Madrid y estamos muy contentos porque en esta ocasión juntamos al traductor, Petrecca, con el escritor chino Ah Yi. Por lo tanto, esta sesión de nuestro emblemático club de lectura promete, y estáis todos invitados a participar. Será el lunes 10 de junio a las 19:00 horas en la biblioteca Eugenio Trías, en el Retiro de Madrid.
Antes de empezar la entrevista a Miguel Ángel Petrecca debemos recordar que en la pasada edición del club también leímos un libro traducido por Petrecca, El invisible de Ge Fei, por lo que aprovecharemos para que nos hable en esta entrevista de ambas traducciones.
Miguel Ángel, cuéntanos, ¿Cómo empezaste a traducir del chino al español?
Alrededor de 2010, empecé traduciendo poesía china contemporánea, para una antología que estaba armando en ese momento. Aunque, más atrás, mucho más atrás en el tiempo, si tengo que ir a la prehistoria mi propia formación como traductor del chino, debo decir que empecé traduciendo, o intentando traducir poesía clásica, la poesía de Tu Fu. Eso fue en el 2000, era una idea que teníamos con unos amigos poetas. El detalle, no menor, es que en esa época ninguno sabía chino. Por lo tanto, no pasamos del segundo verso de Tu Fu.
¿Qué herramientas o recursos utilizas habitualmente para traducir del chino al español?
Utilizo diccionarios varios, en general en línea, y recurro también mucho a la web china, para ver las expresiones en su contexto de uso, o para buscar referencias específicas. Y luego, también consulto entre hablantes chinos nativos, incluyendo, por supuesto, si es necesario, al autor.
¿Cómo es tu proceso creativo como traductor?
Suelo hacer un primer borrador donde van quedando gran cantidad de opciones abiertas y dudas. En una segunda instancia, me concentro más en el estilo, reduzco al mínimo las opciones y resuelvo las dudas. Así sucesivamente, repetidas veces, hasta llegar a una suerte de borrador final. En el medio, entre las sucesivas lecturas, sobre todo las finales, lo ideal es que transcurra un tiempo, porque cuando está demasiado metido en el texto se te pueden pasar cosas.
El estilo de Ah Yi es descrito como brutal y elaborado. ¿Cómo lograste capturar y mantener ese estilo en la traducción sin perder la esencia del original?
Antes que nada, diría que esta traducción tiene más de siete años. Es un tiempo largo, por cual muchos detalles del proceso de traducción que uno puede tener más frescos en el momento mismo, ahora, a siete años de distancia, no es tan fácil recuperarlos. Además de que uno mismo, como traductor, va cambiando. Por otro lado, diría que no sé si puedo jactarme de haber «capturado» nada, más bien sería el texto, o el estilo del texto el que, idealmente, captura al traductor. Es decir, la cuestión está en trabajar una relación intensa con el texto original, que es también, necesariamente, una relación honesta. El texto original no es sólo algo que uno tiene que trasladar, sino que es un “insumo” del proceso de traducción, es decir, algo que uno incorpora y que nos modifica, nos trabaja por dentro, trabaja nuestro lenguaje y busca recrearse en otro lenguaje.
«La cuestión está en trabajar una relación intensa con el texto original, que es también, necesariamente, una relación honesta».
¿Qué aspectos del estilo narrativo de Ah Yi crees que son más difíciles de trasladar a un público hispanohablante?
Hablando de manera general de la evolución de Ah Yi, hay que decir que su escritura ha cambiado mucho. Todas sus novelas son muy diferentes, su estilo es cada vez más elaborado, tendiendo por ejemplo en un su segunda novela, por lo que recuerdo, a frases muy largas, más exuberantes. No es el caso de esta novela, pero su estilo no es por eso menos trabajado y personal. Sus descripciones, descripciones de lugares, personas, acciones, son difíciles y muy vívidas. Disfruté mucho traduciendo toda la parte de la fuga, la descripción de esas ciudades chinas del interior.
«Las descripciones de Ah Yi, descripciones de lugares, personas, acciones, son difíciles y muy vívidas».
El título en chino de Una pizca de maldad se parece poco al original en chino 下面,我该干些什么 (Xiàmiàn, Wǒ Gāi Gàn Xiē Shénme), que se traduce aproximadamente como «Entonces, ¿qué debo hacer ahora?» ¿Cómo se eligió el título de este libro?
Sí, una traducción literal del título no nos convencía, por diversas razones. Uno prueba diferentes opciones, se las repite en voz alta, las prueba con otras personas, y así va viendo cómo resuena, si resuena bien también en relación con la imagen que uno tiene de la obra. O sea que las explicaciones más racionales son a posteriori. “Una pizca”, por un lado, suena casi irónico, si uno piensa en la brutalidad del crimen que comete el personaje; y luego, esa palabra “pizca”, con la idea que sugiere de “condimento”, me parece que puede remitir al hecho que el crimen, en este caso, viene del aburrimiento, que el personaje mata en parte porque está aburrido. Esta sería mi explicación a posteriori.
«”Una pizca”, por un lado, suena casi irónico, si uno piensa en la brutalidad del crimen que comete el personaje».
También eres el traductor de El invisible de Ge Fei, ¿cuáles fueron las diferencias más notables que encontraste al traducir las obras de Ge Fei y Ah Yi?
De Ge Fei traduje dos libros en realidad. Primero la novela El invisible, y luego Memoria del paraíso, que es la primera parte de su trilogía de Jiangnan. En Ge Fei, sobre todo en la segunda de esas obras, hay una influencia más importante de la lengua clásica, de la poesía clásica. Lo que tienen en común es que son dos autores con estilo, y que traducirlo es, además de un desafío, un gran placer.
«Lo que tienen en común es que son dos autores – Ge fei y Ah Yi- con estilo, y que traducirlo es, además de un desafío, un gran placer».
¿Qué consejos le darías a un estudiante que empieza en el mundo de la traducción?
Que lea, sobre todo, mucha literatura en su propia lengua.
-consejos para un traductor que empieza-«Que lea, sobre todo, mucha literatura en su propia lengua.»
Os esperamos en el Club de lectura Léete China del próximo 10 de junio en la Biblioteca pública Eugeno Trías en el Retiro (sala Taller de las Ideas).
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