Publicamos la conferencia de Lu Jingsheng: resolviendo malentendidos entre el chino y el español
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El profesor Lu Jingsheng, catedrático en Filología Hispánica y miembro correspondiente de la Real Academia Española en China desde 2016, ofreció el 24 de octubre en el Instituto Confucio de Madrid una conferencia sobre los retos y las oportunidades que presenta la comunicación intercultural entre China y el mundo hispánico. Con una carrera de más de dos décadas promoviendo el español en China, Lu ha sido un referente del hispanismo en Asia, labor que le ha valido numerosos galardones, como la Llave de la Ciudad de Cartagena y la Encomienda del Orden del Mérito Civil en 2013.
Durante su charla, el profesor Lu resaltó el avance del español en China, en paralelo al desarrollo económico del país. Recordó, como muestra de este creciente interés, el ascenso reciente del Instituto Cervantes en Shanghai al estatus de sede oficial, lo que convierte a China en el único país asiático con dos Institutos Cervantes, sumándose al de Pekín.
Lu invitó a los asistentes a reflexionar sobre los retos culturales que enfrenta un traductor al intentar transmitir conceptos profundamente arraigados en la filosofía y el pensamiento chino. Con un tono cercano y una profunda admiración por ambas culturas, explicó cómo el traductor debe entender no solo el idioma, sino también los valores y tradiciones que encierran ciertos términos. Al respecto, señaló dos conceptos clave del confucianismo que resultan difíciles de traducir al español: 仁 (rén) y 礼 (lǐ).
«仁, que a veces traduce como piedad, misericordia, etc., ninguno de estos términos refleja la esencia del concepto», explicó el profesor Lu. «Es un amor universal, algo bueno en el interior de uno, en la sociedad, en la familia, en el grupo». Por su parte, «礼 no es solo cortesía, es una serie de reglamentos de la comunicación, de la comunidad, del orden de un país», señaló Lu, y destacó que las traducciones literales de estos conceptos no logran captar su esencia. El traductor debe optar por interpretaciones en lugar de equivalencias literales para transmitir su verdadero significado. «Les aconsejo no confiar mucho en las traducciones; a veces, la esencia cultural se pierde en las palabras», comentó.
Para ilustrar el desafío intercultural, Lu compartió ejemplos de cómo el idioma chino adapta las palabras extranjeras no solo para sonar similar, sino también para agregarles significado. Así, Pepsi se traduce como 百事可乐 (bǎishì kělè), que significa “alegría para todos”, o Carrefour como 家乐福 (jiālèfú), que se interpreta como “hogar alegre y feliz”.
«La buena traducción es crucial, no solo en literatura, sino en negocios», señaló Lu, resaltando la importancia de contar con traductores preparados en campos específicos. Advirtió que, en negociaciones internacionales, un traductor poco cualificado podría arruinar años de trabajo. En China, explicó, se usa la expresión 养兵千日,用兵一时 (yǎng bīng qiān rì, yòng bīng yī shí), que significa “mantener un soldado por mil días para usarlo un solo día”, es decir, un traductor puede intervenir un día pero es clave para que los resultados sean óptimos.
Antes de finalizar, Lu hizo un llamado a la audiencia: entender las diferencias lingüísticas y culturales como una oportunidad para el enriquecimiento mutuo. «La comunicación intercultural es clave para que podamos comprendernos de verdad», dijo, despertando un aplauso del auditorio.
Os invitamos a ver la conferencia completa en el vídeo de esta entrada.
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