
Cerramos el Año Nuevo con visitas guiadas a «Bajo un mismo cielo»
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Visitantes de la fundación Ser escuchando a Andreas Janousch
El pasado viernes 28 de febrero, con la clausura de la exposición «Bajo un mismo cielo: minorías en la China contemporánea», dimos por concluida este gran evento que ha sido el Año Nuevo chino. El final llegó con dos visitas guiadas, la primera con cincuenta miembros de la fundación Ser de Apoyo a las personas con discapacidad intelectual, la segunda con una veintena de asistentes del Grupo Cultural CR.
No se trataba de unas visitas cualquiera. Acompañados por Andreas Janousch, director del Instituto Confucio de Madrid, y Pablo Quintana, director de la biblioteca Iván de Vargas, los grupos recorrieron la exposición como si siguieran los pasos del fotógrafo Adrià Guxens en su largo viaje por la China rural. Durante cinco años, Guxens no persiguió el esplendor de las grandes urbes ni la grandilocuencia de los rascacielos, sino la otra China, la de las aldeas escondidas, los rostros anónimos y las tradiciones que sobreviven lejos del asfalto.

Una anciana Dong en su puesto de verduras. El peine que lleva indica su estado civil y posición social.
La muestra descubría un país tan real como el que se despliega en las pantallas de los aeropuertos, pero infinitamente más desconocido. Entre las imágenes, el visitante podía encontrarse con los edificios de tierra de los Hakka, con las torres de tambor de los Dong, o con los poblados Miao, donde el tiempo, lejos de detenerse, transcurre con la serenidad de quien nunca ha tenido prisa.

Patio de los Magnolios de la biblioteca Iván de vargas
Antes de marcharse, los asistentes recorrieron también la biblioteca Iván de Vargas, un refugio de letras donde el pasado y el presente se encuentran a la sombra de dos centenarios magnolios. Allí, entre el rumor de las hojas y el eco de las historias que llenan sus estanterías, quedó flotando el rastro de una exposición que, si ha cumplido su propósito, habrá dejado en quienes la vieron una pregunta, una imagen o, quizás, un destello de curiosidad por esa China que no siempre sale en los mapas.
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